Hoy 27 de junio se cumplen 20 años desde que partiste.
Te fuiste muy temprano, para lo que los hijos esperan. Me acompañaste siempre, y yo hice lo que me correspondía, hasta tu último segundo. Un amigo (RLM) me dijo que esperaste a que yo llegara, para que ese fuera el cierre. Con todo lo que puede tener de simbólico y profundo.
La muerte es el olvido. Es el desmembramiento de la constelación de vínculos que se fueron construyendo. Por eso mismo, no sucedió. Todavía estás presente. Todavía tu recuerdo y tu amor me acompañan. Todavía me iluminás entre la bruma. Aún hoy, querido viejo.
Eterno descanso para tu alma.